Novela norteamericana
Ficha Técnica
Título: El lamento del perezoso
Autor: Sam Savage
Traductor: Ramón Buenaventura
Género: Narrativa
Año de publicación: 2009
Editorial: Seix Barral
Extensión: 270 páginas
Sinopsis
La vida de Andrew Whittaker se derrumba: la revista literaria que dirige está a un paso de la bancarrota, el edificio que posee se cae a trozos y su mujer lo ha dejado. Sin embargo, Andrew no abandona. Es una máquina de crear proyectos, ilusiones y deseos vanos. Y escribe sin parar: bocetos de relatos o novelas; cartas de rechazo a aspirantes a escritores, a periódicos fingiendo ser otro, a antiguos compañeros con más éxito que él; listas de la compra; carteles para sus incívicos vecinos... El lamento del perezoso se compone de los textos que Andrew escribe durante cuatro intensos meses. De ellos emerge el retrato de un entrañable visionario, un verdadero Don Quijote de nuestros días, empeñado en ser feliz y en defender pluma en mano su visión del mundo.
Acerca del autor
Nacido en Carolina del Sur y hoy residente en Madison, Wisconsin, obtuvo el doctorado en Filosofía por la Universidad de Yale, donde fue profesor. También ha sido mecánico de bicicletas, carpintero, pescador y tipógrafo. Su primera novela, Firmin (Seix Barral, 2007), fue publicada por una pequeña editorial de Minneapolis, fuera de los grandes circuitos editoriales. Redescubierta por Seix Barral, ha ido creciendo gracias a la recomendación de lectores y libreros hasta convertirse en un fenómeno internacional. Es autor también de las novelas El lamento del perezoso (Seix Barral, 2009), Cristal (Seix Barral, 2012) y El camino del perro (Seix Barral, 2016). Su obra ha sido publicada por las editoriales más prestigiosas del mundo y lleva más de un millón de ejemplares vendidos.
Reseña
Regreso con El lamento del perezoso después de un grave bloqueo lector, y debo decir que este libro me dejo un sabor agridulce en la boca. Por un lado, me veo obligada a resaltar que Sam Savage es un excelente escritor, se nota en la forma en que construye las oraciones, la elección de las palabras adecuadas para cada contexto, en la soltura que tiene para narrar las situaciones. Ya quisiera yo un porcentaje de esa habilidad. Sin embargo, la lectura no ha sido muy de mi agrado.
Compré el libro en un pequeño puesto de los que hay en los centros comerciales y que ocupan dos metros cuadrados en medio del amplio pasillo. El título me atrajo y cuando leí la sinopsis, terminó por convencerme. La idea de un amante de las letras que estaba en bancarrota me resultó ilustrativa. Ya se sabe que el mundo editorial no es una industria demasiado apoyada, y ya que elegí ese camino, pues bien podría terminar leyendo lo que sería mi futuro.
El libro está dividido en cuatro capítulos divididos por meses, desde julio a octubre. Ya que se trata de una novela epistolar, escrito a modo de notas y cartas que envía nuestro protagonista Andrew Whittaker, me resultó una buena forma de narrar la historia. He leído un par de obras con ese estilo y superaron con creces mis expectativas, excepto este.
No me queda claro qué fue lo que hizo que me costara tanto terminarlo, pero a partes me perdía y tenía que comenzar de nuevo porque me daba cuenta que estaba leyendo sin poner atención. La vida del protagonista es deprimente, tiene una revista literaria que está al borde de la extinción, su esposa lo abandona y los escritores del gremio no lo tienen en buena estima. Pero no fue eso lo que causó que pierda el interés, fue algo más. En las misivas que enviaba a diferentes personas, contaba todo, pero al mismo tiempo nada. Se sabe que Andrew es un hombre en extremo solitario, no por elección, sino por el abandono. Así lo demuestra la siguiente cita:
"Que suerte tan fantástica la de quienes viven en casas donde das un grito y alguien contesta. He empezado a comer con los dedos, porque no soporto el tintineo de los cubiertos contra el plato. Es demasiado evocativo de una persona comiendo sola" El lamento del perezoso. p.164.
Asimismo, se percibe el deterioro del personaje con el pasar de las páginas, y eso es brillante y digno de alabar en un escritor, porque no todos lo logran con la sutileza que lo hace Sam Savage. Sin embargo, la historia no va para más, es todo lo que narra y en un punto se volvió tedioso.
Me niego a pensar y a afirmar que el libro es malo, porque de ninguna manera lo es. Simplemente no se adecua a mi tipo de lectura habitual, o escogí mal el momento para leerlo. Es innegable que el autor con humor e ironía hace una crítica hacia el mundo y su renuencia a aceptar lo que es diferente (Andrew podría entrar en esta categoría), secando poco a poco lo que queda de alma en las personas. Sin embargo, ni ese trasfondo conseguirá que El Lamento del Perezoso entre en mi lista de relectura.
Me resta decir que, aunque el libro no me ha agradado, no quiere decir que no leeré las demás obras del autor. Además, algo bueno salió de tomarme el tiempo para acabar con las poco menos de trescientas páginas, porque ahora tengo unas ganas incontrolables de escribir cartas a todo el mundo, aunque no consiga enviarlas.
*Ya sé que he dicho que el libro no ha sido de mi agrado, pero recuerden que es mi opinión, así que atrévanse a darle una oportunidad. Pueden adquirir el libro haciendo clic en la imagen de la portada.
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Puntuación: 3 / 5
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